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La gloria de Cristo

La gloria de Cristo

Te ofrecemos este Portavoz de la Gracia (PDG): La gloria de Cristo. John Owen, nos introduce a este tema vital explicando el gran privilegio de ver la gloria de Cristo en este mundo como preparación para ver su esplendor y majestad eternos en el venidero. A continuación, Owen explica, brevemente, que la gloria de Cristo es la gloria de la Persona de Cristo. Luego, Charles Spurgeon nos ayuda a vislumbrar esa gloria con un panorama notable y conciso del amor de Cristo, ¡su encarnación, su sacrificio expiatorio, su resurrección, su entronización y su segunda venida! ¡Oh, qué visión es ésta! Octavius Winslow declara entonces, que no hay amor como el de Cristo —un amor revelador, un amor condescendiente, un amor abnegado y un amor perdonador—. John Flavel revela, hábilmente, la gloria de Cristo en sus oficios como nuestro Profeta, nuestro Sacerdote y nuestro Rey. Enseguida, William Plumer nos da otra mirada panorámica de Cristo; pero esta vez, en su humillación, es decir, su obediente sumisión a su Padre en su vida terrenal —desde la concepción virginal hasta su sufrimiento y agonía en la cruz del Calvario—. A partir de ahí, Spurgeon nos declara que ¡la crucifixión de Cristo es la gloria de Cristo! Presenta la revelación de Cristo levantado, atrayendo a los pecadores hacia Sí mismo, en el mayor amor jamás manifestado en este mundo depravado. Pero la historia y la gloria de Cristo no terminan ahí: Thomas Watson nos muestra que Dios Padre exaltó a su Hijo en sus títulos, su oficio, su ascensión, su sentarse a la diestra de Dios y ¡su juicio del mundo! Si realmente vemos a Cristo así, nuestros corazones no pueden sino quedar extasiados por su belleza y, Octavius Winslow, proclama que no hay belleza como la belleza de Cristo: —¡nada en el universo se le compara!—. Winslow concluye este tema, desafiándonos a contemplar la asombrosa gloria de Cristo.

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