Search

Shopping cart

Saved articles

You have not yet added any article to your bookmarks!

Browse articles
Newsletter image

Subscribe to the Newsletter

Join 10k+ people to get notified about new posts, news and tips.

Do not worry we don't spam!

GDPR Compliance

We use cookies to ensure you get the best experience on our website. By continuing to use our site, you accept our use of cookies, Privacy Policy, and Terms of Service.

Veintidós mensajes

Veintidós mensajes

Todo empezó con una escena de sexo.
Bueno, con una escena de sexo que yo no era capaz de escribir.
A pesar de ser una autora con más de cincuenta libros románticos a mis espaldas, me estaba costando hacer lo que mejor se me daba, y, por pasar el rato, le pedí ayuda a un amigo al que conocía solo por internet.
No debí haberlo hecho.
Él escribió una escena mucho mejor que cualquiera que yo hubiera podido redactar, y nuestros siete meses de amistad platónica —aunque con algún coqueteo— se fueron al garete en diez minutos.
Porque me pidió que nos viéramos en persona…
Habíamos acordado mantener la relación en el plano digital, ser solo amigos y no ponernos cara, pero ninguno de los dos pudo resistirse.
Cuando lo vi en el aeropuerto me sentí atraída por él al instante, pero no tardé en darme cuenta de que jamás íbamos a poder llegar a nada.
El hombre con el que había estado hablando durante los últimos meses era la última persona que esperaba.
La última persona con la que debía fantasear.
Era el mejor amigo de mi padre.

Comments