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2022: AÑO SARAMAGO
Una novela sobre los efectos negativos de las alianzas entre las religiones y la política.
«Qué diablo de Dios es este que, para enaltecer a Abel, desprecia a Caín».
En Caín, Saramago regresa a los primeros libros de la Biblia. A través de un itinerario heterodoxo, recorre ciudades decadentes y establos, palacios de tiranos y campos de batalla de lamano de los principales protagonistas del Antiguo Testamento, imprimiéndole la música y el humor refinado que caracterizan su obra.
Caín pone de manifiesto lo que hay de moderno y sorprendente en la prosa de Saramago: la capacidad de hacer nueva una historia que se conoce de principio a fin. Una reflexión acerca del origen del poder y de las manipulaciones que las distintas religiones y sus aliados temporales han ejercido sobre las conciencias de los hombres para evitar que el pensamiento sea libre y el uso de la voluntad independiente de criterios religiosos. Una denuncia de los efectos perniciosos de las alianzas entre religiones y política. En definitiva, un alegato contra un Dios que mata y condena a quienes dice haber creado a su imagen y semejanza, y que Caín resuelve de forma sorprendente.
La crítica ha dicho:
«Saramago vuelve comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía».
Comité Nobel
«Un hombre con una sensibilidad y una capacidad de ver y de entender que están muy por encima de lo que en general vemos y entendemos los comunes mortales».
Héctor Abad Faciolince
«Saramago es un ejemplo, un estilo dignísimo de vida y literatura, que demuestra la posibilidad de navegar a contracorriente [...]. Su palabra tiene el valor de un anticongelante, de un remedio personal contra los vendavales de cinismo que nos envuelven».
Luis García Montero
«Yo no sé, ni quiero saberlo, de dónde ha sacado Saramago ese diabólico tononarrativo, duro y piadoso a un tiempo, [...] que le permite contar tan cerca del corazón y a la vez tan cerca de la historia».
Luis Landero
«Saramago escribe novelas sobre los mitos para desmitificarlos, [...] siempre para abordar la realidad que le rodea, para tratar de los problemas actuales que son de todos, y para que todo quede claro desde el principio».
Rafael Conte, Babelia
«Como Günter Grass o Cees Nooteboom, Saramago aspira a enlazar con un público que desborde límites nacionales».
El País
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